El Bolintxu, un espacio de lucha



Los medios de difusión del enemigo en su monologo diario cuentan:
"La Diputación Foral de Bizkaia quiere construir una “Superautopista” paralela a la ya existente A-8, con el fin de liberar a ésta del tráfico de largo recorrido y evitar su colapso definitivo, acortando los tiempos de los viajes. Tal vez sea el proyecto más ambicioso que ha afrontado la Diputación, que opina es una necesidad estratégica para modernizar la red viaria vasca".

Nosotrxs comenzamos a hablar: los medios de difusión que cuelgan de las esferas de poder, ponen la escusa de que la cornisa cantábrica esta encontrándose poco a poco con un cuello de botella que impide el flujo de mercancías a parques industriales (con empresas en peligro de extinción por culpa de la absorción y destrucción monopolísitica de empresas menos competitivas y la inserción de mercancías transmarítimas desde el Superpuerto). La acumulación de soluciones, no es mas que la acumulación de miseria. Nosotros les comunicamos desde la calle, que no se preocupen, que seremos el tapón de ese cuello de botella.

Estamos seguros de que no se puede establecer una critica dirigida a el destrozo que van a hacer en el valle del Bolintxu desde el ecologismo (“el nuevo capitalismo verde”), el decrecimiento, ideologías institucionales, o la academia excesiva y castrante que impera hoy en día.  Nosotros planteamos una critica autónoma de cualquiera de las pseudo-criticas que se generan desde diferentes formas de redistribución del capitalismo, simplemente porque alguien una vez valló nuestros valles para obtener rentabilidad económica de nuestro suelo, llenándolo de fuertes pisadas militares y creando lodo y mierda por donde pasaba el desfile.

Desde pequeños, en la escuela nos han metido por vena la agenda 21 (programa de concienciación ecológica en las aulas) con tal de poner una mascara amistosa a la despreocupación vital hacia la naturaleza, reforzando la educación que nos separa de ella. Los mismos que impartían desde el ministerio y administraciones subestatales charlas, carteles, materia y todo tipo de propaganda educativa y ecologeta, esos mismos que te hacían reciclar pilas, hacer trabajos en contra del coltán y replantar arboles para repoblar el ecosistema autóctono, son los mismos que hoy en día legitiman con su inmobilismo la destrucción de bosques por culpa de la extracción de eucalipto y pino, los que no dijeron nada cuando cerraron las minas de carbón autóctonas, dejando a todos los mineros en la calle y los que callan cuando un inmigrante se dedica a manipular substancias peligrosas que ningún obrero-local quisiera manipular. La doble-moral burguesa impera entre los docentes.

*Las ideas productivistas y economicistas están a la orden del día, y son las de aquellos que deberían estar en nuestra barricada y lo único que hacen es incitar a una revolución que atenta en contra de la tierra que nos da de vivir. Deberían replantearse la lucha y alinearse en contra de la destrucción de la biodiversidad. Por lo tanto, Les hacemos un llamamiento sobre todo a ellos, por el potencial organizativo que sabemos que tienen. Solo dejamos clara nuestra posición en cuanto a el aceleracionismo económico que solo es proceso disfrazado con una careta mas o menos obrera, que trae consigo una unión entre industria y estado, y que aglutina a los seguidores del neo-workerism, que continúan creyendo que el desarrollo de las fuerzas productivas traerá la emancipación social.
Este llamamiento, también se dirige contra todo el que no se arriesga a apuntar, como otros, a la continuación de la descomposición de todas las formas de vida tradicionales y a las barbaridades consideradas útiles y necesarias para preparar un nuevo amanecer. Hay que tomar partido.*

La sustitución de la fuerza laboral humana (obreros) mediante el uso de la tecnología (maquinas), necesita una renovación continua de objetos que no sirven para nada en el mercado (acelerando así la producción) y en este caso el producto en cuestión es la Supersur, construyéndose desde la escusa barata de que con esta obra, va a salir a flote la economía vasca. En este caso el gasto del plusproducto social (impuestos) se destina a intentar estrechar cada vez mas la aldea vasca
para facilitar el transito cada vez mas acelerado e inmediato de las mercancías humanas y no-humanas (El camionero que pasa todos los días por la A8 a cargar a el Superpuerto y como buen ciudadano paga sus impuestos). Bajo un dinamismo ciego de la burguesía vasca.

Nosotros planteamos una ruptura total por lo menos en términos de discurso, con la producción de bienes y de dinero encima de nuestros valles y montañas, con las filigranas imposibles del capitalismo verde por ver la obra en el Bolintxu como algo puntual y aislado, la necesaria superación del paradigma productivista y de las formas de vida que los acompañan.  Pronto encontrarán resistencia en todos los sectores sociales. Nos encargaremos de ello.

Nuestros sabotajes lingüísticos van directos a los medios tecnológicos de carácter solidario con el medio ambiente, maquinas de extracción de color verde camuflaje, hormigoneras psicodelicas,
y micro-voladuras con sonido ambiental inspirada en los pájaros de la zona. A los seres que habitan el Bolintxu no se la coláis. Nosotrxs a partir de ahora estamos a su servicio.

Esta obra moderna de ingeniería de trafico tan útil para la gente, que ni siquiera se usa
(y cuando se usa es porque la gente se ha equivocado como atestiguan los vecinos, y todos los que hemos pasado alguna vez) traerá trabajo en forma de servidumbre moderna. Estos ingenieros ultraespecializados al servicio de la técnica científica nos aseguran que haciendo una modelación de la demanda de transporte mirando al futuro, crearan un sistema de transportes sostenible, siempre pagados por la gran corbata y cargándose todo ecosistema que encuentre el mortero a su paso. Nos los dicen desde que entran en la carrera, sin pelos en la lengua.

Ademas, esta falsa-división entre economía y política, primero prepara la ley y después hace la trampa, pues el poseedor de ese vaivén de mercancías (empresario de camiones) con tal de aumentar su ganancia de forma exponencial hará lo que sea para desviar la trayectoria de su camión, con tal de esquivar los peajes (la pesadilla de la conciencia burguesa, es no sacar rentabilidad de sus echos). Esto es otro signo mas de esta economía devastadora que solo crea desiertos de hormigón y alquitrán con ningún fin mas que el de crear un mundo hostil y desértico.

Las inversiones millonarias de dinero publico destinado a esta obra las puede ver cualquiera, el problema no esta en que no se ve, si no en que la mayoría de la gente o se niega a verlo o le ciegan la visión.

Para nosotros la tecnología, la burocracia y el consumo forman una piedra angular que ahoga nuestras vidas y nos deja sin futuro. La tecnología que hoy media en nuestras relaciones de forma totalmente normalizada (y lo normalizado es lo mas dañino de nuestras sociedades contemporáneas), es la que también destroza nuestras vidas y las vidas que habitan y habitaran el Bolintxu. Ni la vida del capital ni la vida social capitalista se entienden sin sus arterias tecnológicas y esta en nuestro deber parar el flujo de nuevos capitales (dinero) para permitir el flujo de ríos y arroyos de nuestro Bolintxu.

Ademas de todo lo mencionado, la neutralización de toda la etología (especies, organismos y plantas) conlleva la reducción de los escasos medios de purificación de aire que pueda tener la metrópoli de Bilbo en estos momentos. No dejándonos ni respirar.

Por eso, consideramos esta obra, un atentado terrorista en contra de compañerxs tanto de la fauna como de la flora, los cuales  son participes de la cadena natural de reproducción tanto nuestras, como de especies y plantas que habitan también debajo de acuíferos, cavidades subterráneas. Destruyendo también sus formaciones carsticas.

Nuestra apuesta por la defensa del territorio es la negación de la industrialización del espacio y mas en estos tiempos donde la burguesía busca espacios para su falsa-reconversión industrial y a duras penas, la potenciación de la mano de obra), la poca que queda ya en estos lares por culpa de la autarquía  logística del sector-servicios.

Tenemos que ocupar el territorio del Bolintxu ante esa mano que se cree invisible, porque ese valle de felicidad y de domingos de excursión con la familia y el bocata de tortilla, le pertenece y le ha pertenecido siempre a la gente de Bilbo, y a nadie mas.

La falsa-oposición parlamentarista donde unos viven gracias a las criticas de los otros y proclamas pseudo-conflictivas como las de que desde dentro del sistema o mediante la educación burguesa se puede cambiar algo, ya son solo aire para la gente.) Simple y llanamente nos posicionamos en contra de la mercantilización del espacio. Esta es nuestra apuesta por la naturaleza, por un Bilbo construido en común, donde los niños se bañen con alegría en el valle del Bolintxu cuando llega verano, y no en una piscina de hormigón armado hasta los dientes.

Contra la esterilización de un Bilbo que se esta convirtiendo en yermo. Necesitamos estar y ser de forma antagónica a las necesidades y costumbres que socialmente se nos imponen, tenemos que repoblar y defender el Bolintxu, organizarnos en el y para el. Convertirlo en un caluroso espacio de escape ante el ajetreo y ruido del laberinto metropolitano. Aunque sea por los viejos tiempos, donde nada mas que el fluir del río, el cantar de los pájaros y los ruidos atípicos de la naturaleza viva eran síntoma de salubridad, felicidad y buen rollo.

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